Sobre Nosotros
A pocos kilómetros de Ávila, Javier decidió iniciar su propia aventura en 2009.
Tras años de experiencia en el sector, Javier deseaba crear algo más que un simple negocio: un lugar donde cada cliente se sintiera valorado y cada vehículo recibiera un cuidado excepcional.
Sangar, nacido de la pasión y el compromiso por un servicio de calidad, y pronto se convirtió en un rincón lleno de confianza y calidez humana.
Javier no solo cambiaba neumáticos; creaba lazos, escuchando las historias y sueños de quienes cruzaban la puerta. En cada encuentro, en cada apretón de manos, residía la esencia de un taller que no solo vendía ruedas, sino que tejía recuerdos y construía una comunidad.
Ahora el taller, más que un punto en el mapa de Ávila, intenta ser un símbolo de dedicación y un refugio donde cada cliente sea parte de una gran familia en movimiento.